29.3.07

COMPAÑERA DE RUTA



- ¿Quién es la persona que va a estar con vos toda la vida?
- No sé
- Vos misma, nena. ¡Obvio!

Era una conocida no muy lúcida, pero su comentario prendió todas las luces de mi interior.

¿Yo misma? ¿Y quién soy yo?

Desde entonces - hace más de 15 años – procuro tenazmente conocer a mi única compañera de ruta. Necesito ser consciente de sus potenciales para mejorar el paso. Necesito aceptar sus carencias y sus complejos para no soñar destinos quijotescos. Necesito reconocer sus visiones distorsionadas para que no nos caigamos en el fango. Necesito cuidarla. Necesito comprenderla. Necesito contar (y reír) con ella.

Ella y yo. Mi esencia y yo. Juntas. Y acompañadas.

27.3.07

Porqués otoñales

¿Por qué los árboles se llenan de hojas en el verano y se quedan desnudos en el invierno, que hace tanto, tanto frío?

¿Por qué todo nos sale bien cuando estamos felices y tan mal cuando caemos vencidos?
¿Por qué le otorgan préstamos al rico y se los niegan al pobre?
¿Por qué se premia siempre al niño bueno y se aporrea al malo, que es el más necesitado de cariño?

16.3.07

¿Y CÓMO SE DICE?


Verla interactuar con los pony de juguete estremeció su alma de cosaco neoyorquino. La escuchó hablarles y cantarles en perfecto y envidiable castellano. Llena de entusiasmo y libertad, cual potrillo que galopa sin temores por las nubes de la infancia.

La miró y se estremeció. Mi hija. Mi caballito trotador. My little pony, my beautiful pony, my beloved pony.

La emoción lo embargó en inglés. Sentó a su niña en el regazo y con una sonrisa reblandecida, le tradujo su corazón en el mejor castellano que conocía:
-¡Yegua!

9.3.07

FRUTO DE TU VIENTRE

Perdóname, mamita querida, por mancharme el pulóver con chocolate, por hacerte lavar mis calzones, por condenarte a cocinar y bañarme. Perdóname, mamita, por pensar en mis muñecas y olvidar tus desvelos, por pegar a mis hermanos que son tan casi perfectos. Perdóname por haber salido tan mala, tan cargosa, tan inútil, tan poco digna de tu amor.

Quisiera sentir tu cariño, saber que te gustan mis modos, soñar que te puedo hacer feliz. Yo quisiera muchas, muchísimas cosas. Pero lo que más quiero, mamita del alma, es abrirme las venas para arrancar de mi sangre los genes de aquel estupro que tanto te hizo sufrir.

2.3.07

ASIMETRÍA


- Cuando yo era niño, decía que quería ser negro porque los negros corren muy rápido

- ¡Ja ja, qué niño tan ocurrente! — exclamaron los demás comensales.

- Yo, en cambio, de niño quería ser blanco – comentó otro.

Pero nadie se rió.