21.2.07

¡CLIC!

—Mamá, se me perdió el avioncito de papel que me armó Pancho. ¿Vos me harías uno?

Mmmm…Avioncito, avioncito. ¿Cómo corno se hace un avioncito? Hurgando en mi memoria, rescato tres pliegues básicos que en mis épocas -también básicas- representaban algo parecido a una aeronave (de aterrizaje forzoso en la melena batida de la profesora de química).

Ya está, le digo. Pero no vuela bien, me responde.
Tiene razón.
¿Entonces qué? Entonces jugá con otra cosa y un día le preguntamos al tío Omar si sabe armarlo - hubiera respondido mi propia madre en otros tiempos.
¿Entonces qué? Entonces busquemos en Internet, respondo yo, madre de la era informática con acceso global al instante.

Bien, veamos: Google. Aviones papel, buscar, enter. ¡CLIC!

Ante nuestros ojos aparecen mil alternativas de lo que se ha dado en llamar origamia.
—Éste, mami, dale, haceme éste que está buenísimo.
—¿Cuál? ¿El modelo comando ciberacético nuclear, decís?
—Sí, ése, porfi.
¡Clic!
Bueno, intentemos. Con el papel agarrotado en mi torpeza manual y los ojos clavados en la pantalla, comienzo a plegar la solapa A y la superpongo a la B y, levantando la punta J, doy vuelta el vértice T junto al pliegue M de la solapa W para llegar a la figura 23, que representa la mitad de las instrucciones de armado del comando ciberacético nuclear. ¿Y ahora qué? ¿Se doblará hacia aquí? ¿O hacia allá? ¿Y si ésta no es la aleta que muestra el dibujo? ¿Será esta otra? Yo qué sé. Comienzo a impacientarme y casi casi le sugiero esperar a que llegue su padre ¡pero no! En un secreto rincón del cuerpo conservo algo de mi fibra independiente emancipada y decido perseverar aunque el avioncito es, para qué mentirnos, un tanto complejo.

Además, a él le gusta. Y él, como muchos de los niñitos de la nueva generación, tienen las neuronas entrenadas para no postergar deseos porque hoy, en un abrir y cerrar de ojos, el control remoto, el plástico a sola firma y el clic de la pantalla lo resuelven todo. ¡Y YA!

Pues bien, sigamos ya. ¿Pero cómo? Nos hemos quedado varados en la figura 23. Y por más que me acerco a la pantalla, contraigo las pupilas e intento analizar la imagen, no comprendo qué diablos debo hacer con la aleta P (¿o será la S?).

Desolada y a punto de abandonar el residuo feminista, el avión y las aletas, encuentro algo que me salva la tarde. “Los pasos 23, 24 y 25 son muy difíciles de explicar. Preste suma atención a los dibujos o pulse aquí para ver un video aclaratorio." Lo primero ya lo he probado sin éxito. Ergo, recurro a lo segundo. Clic. En un instante fugaz, aterrizo en una página de YouTube, donde un simpático nipón llamado Kanisawe se presenta: Ka ni tó pe té Kanisawe, y con dedos mágicos, procede a explicar a un mundo infinito y anónimo cómo se arma la utilísima nave: shinitú pa toí sinacú tirá to palú sic ata má lolai si té kitorí miné sibazí tiré. Hihaté ninja nó sinacú tirá to palú laú laulaté laulá (¿habrá dicho Laura, che?).

Rápida y entusiasmadamente, mis dedos se mimetizan con los de Kanisawe en una danza universal sin tiempo ni idiomas que une su hogar en Tokio con el mío en Buenos Aires para construir a dúo el más maravilloso avión de papel comando ciberácético nuclear que jamás hubiese imaginado lograr. Todo al instante y en un clic.

Satisfecha con mi obra y la felicidad del chiquitín, me quedo pensativa. Un simple clic me ha llevado a destino sin necesidad de ver ni hablar con nadie (el "Don Luis, ¿usted no me prestaría ese librito de su nene sobre origamia?" es histórico). Y sin necesidad, tampoco, de consumirme de emoción esperando un fascículo coleccionable o a algún experto tío Omar.

Un simple clic nos ha cambiado la existencia de modo tan fascinante como irreparable.

21 comentarios:

Vico dijo...

Decime a mi como un simple click cambia la vida!

Cada dia escribis mejor...

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!
No en dos.... me he doblado en 28 pliegues de la risa. Seguramente deben ser más pero se me confunden con mis rollos históricos y no quiero hacer trampa. Laurita, me encantó y me has hecho reír con ganas! Yo que vos sería precavida. La criatura puede pedirte en cualquier momento un barquito de papel. Andá ya consultándole ya al japonés, Laulita quelida de mi colazón!

BETTINA dijo...

Me he partido de risa. Te veo armando el avionocito de papel, la cara de tu hijo, las instrucciones del nipón y se me caen las lágrimas. Qué no hace una madre!!!
Me encantó

fractal dijo...

¡Clic!
Tan fácil. Tan sencillo. Tan fascinante.
¡Clic!
Puedo leer tus palabras.
¡Clic!
Mejor que sea irreparable.

Beso!

Alicia R. dijo...

Habrá cambiado la tuya :-)Para mí, a menos que el japonés salga del monitor y me haga mover las manos, no hay esperanza....

Chiara Boston dijo...

Charru, si se mira desde el pasado, parece ciencia ficción. Un clic, una maleta, un avión y una vida en otra "dimensión". Lo imagino como un viaje fugaz a bordo de un haz de rayo láser.
Gracias por tu comentario!

Maltita pleciosa, el balquito selía mucho más fácil polque peltenece a nuestla genelación de fósiles con lollitos en la panza.
Te mando un beso grande, contenta de que siempre me visites.

Bettina, es cierto que las madres hacemos cosas impensables, pero tampoco la exageración, amiga. Nunca me hubieras visto haciendo fila para tomar un colectivo para llegar hasta la biblioteca para preguntar si tenían un librito sobre el tema para llevármelo a casa y comenzar a armar el bendito avión. Yo, mamá clic, tesoro!! Besitos

Frac, clic, te veo el alma, clic, al instante, clic, y me encanta, clic... besos!

Ana dijo...

Cada vez el acceso a internet "se mete" en más aspectos de la vida. No lo creo negativo, para mi es simplemente un hecho. Amigos, blogs, soluciones para diferentes problemas, cartelera de cine, Google Earth y ves las pirámides o el canal de panamá, Google y checas hasta los medicamentos que te manda el medico, en fin, un mundo.

MmdTh Alias Vane, Pao dijo...

Lauri, es genial!!!!!!
primero te entiendo por el lado de la madre! ya que el otro día casi me desnuco tratando de hacer la medialuna (que no me salió ni a los 15 años) pero mi orgullo materno no podía permitir que no le pudiera enseñar al cachorrete!!!!!!
por otro lado! sobre los clics!
es una maravillosa locura!!!!!!!
lo peor q me pueden hacer a mi es cortarme la banda ancha!
como es la cosa! como se acostumbra uno!!!!!!!!!!!!!!
Lau, sos como Gardel! cada día escribis mejor!
besotessssssssssssss

Elena Casero dijo...

Fantástico clic¡¡¡

Laurita, qué bien escribes

Hurricane dijo...

Espectacular lo suyo. Espero que esa obra de ingeniería haya sido disfrutada.

Anónimo dijo...

Me he partido de risa.Y me he sentido identificadísima.Soy de las que todo lo busco en internet,los click me han enseñado a limpiar un pulpo, abrir mariscos o tejer un jersey.
Hubiera pagado por verte.
Lo mejor como debe de estar volando la imaginación de tu niño eso valen mil clicks.

fiorella dijo...

Jajaaj,cuando nos piden esas cosas,te entiendo,yo soy capaz de irme a la Embajada a preguntarle a alguien como se hace,pero que lo hago lo hago.Un beso

Anónimo dijo...

genial internauta ingeniera aeronáutica y excelente literata.

Mauro dijo...

Hablando de japoneses, hace poco vi "lost in translation". Trata basicamente de la incomunicacion, de la soledad.

Es paradójico, no?. En este tiempo a ratos estas muy solo, en otras, con un click puedes hacer volar el mejor avión de papel superstar del mundo, fabricado a dúo, y en tiempo real, con un compadre en Tokio.

Que estes bien.

Nidesca dijo...

y a veces el cambio va más allá de lo que jamás nos hubiéramos atrevido a imaginar.

abrazos

p.d.: ahora a mí me provocó hacer avioncitos, pero no de tres pliegues, sino de los complicados.

Gonzalo Villar Bordones dijo...

y tu hijo... que siempre parece estar llegando del cielo.

TICTAC dijo...

!!jajajajajaja!!
Lauras eres unica..que humor!

Yo tambien tengo un click en el dedo.... y otro en el ojo, lo que aprendo y veo me fascinan y a veces me asusta la inmediatez...pero me quedo con la sorpresa y lo irreparable...

Un abrazo!!

Chiara Boston dijo...

Ana, qué dirían nuestros abuelos si se levantaran de la tumba y nos vieran en esta nueva dimensión?

Vane, lo de la vertical será amor materno (que igual te sobra) o frustración atragantada, como la que tengo yo de haber sido tan madera en terrenos deportivos? Quizás en "dejedeserunqueso" punto com tenga alguna receta de vertical fácil. Clic! Besotes

Scriptorum, yo sé que a vos te gustan más los clic de papel. Te lo debo, amiga...te lo debo.

Hurricane, tan disfrutada fue la obra por el niño que la dejó en un rincón del cuarto... Tan disfrutada fue la obra por la madre, que le dedicó una tarde a escribirla...Quién la habrá disfrutado más?

Sole, limpiar un pulpo!!!!! me has hecho reir... pero estoy segura que yo haría lo mismo, llegado el caso.

Fiorella, a qué embajada te irías? a la de Japón? Cabezona!!!

Manel, cuánto piropo, hombre! Gracias!

Mauro, el tema da para hablar largo y tendido. Hay familias enteras conectadas a la red, cada una con su pantalla, y totalmente desconectadas entre sí. Y bue... ambiguedades de la vida...

Nika, baja... baja... baja ya de ese avión a hélice que vas a matarte. Yo hablaba de avioncitos de papel, mujer!!!

Gonzalo, será porque es un angelito o un eterno enamoradizo? O quizás un distraído sin remedio?

Tictac, creo que yo también me quedo con lo irreparable... Pero no sin algo de nostalgia, porque la que no tiene remedio soy yo!

Besos a todos!!!

Lúzbel Guerrero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lúzbel Guerrero dijo...

Musa querida, para un tipo como yo, ese clic es milagroso y me permite tenerla haciendo un avioncito a la hora que quiero y puedo. La tecnología avanza a pasos agigantados, pero mi avidez es tan grande que espero los milagros como lo hacía con el Selecciones escolares y las historias del Sargento Leyva. No veo la hora de que la nanotecnología me permita tenerla a Ud. encima de la tele. Es Ud. genial musa. Besos porteña.

Anónimo dijo...

Pues yo no me meto en esa página google ni harta de vino... como la vea Pau me los pide todos!! Cuando lo llevé a Menorca (en avión) este verano, tuve que hacerle no menos de diez al día durante una semana. Y aún le dura... cuando no vuelan, le digo que "mami no sabe"... que cuando él sea más mayor me enseñará a mí. Y me dice, todo solemne, que "vale, mami". Un beso laura!