—¿Todavía estás esperando aqui? Pensé que ya te habías ido. No te quedes aquí en la puerta, nena. Vení conmigo. Dale, un ratito.
La llevó de la mano hasta un asiento apartado, donde The Police parecía sonar más melancólico que en la pista de baile. Ella lo siguió sin cuestionar. En verdad, no lo conocía demasiado, pero la firmeza de su mano le daba confianza y la charla anterior había sido lo máximo de entretenida. Tampoco es que fuera su tipo de hombre; nunca le habían gustados los rubios. Pero él tenía un algo especial que lo hacía distinto. Quizás fuera la destreza con que había manejado el ritmo y el enganche cuando bailaron lentos, quizás fuera su aliento a chicle de menta y Marlboro, quizás la risa que le soplaba en la oreja, quizás su camisa leñadora, su colonia masculina o el cancherísimo modelo de sus pantalones Levi’s. Fuera lo que fuera, tras un beso en la mejilla, ella le había dado su número de teléfono y, satisfecha con la noche, se había dirigido a la puerta de la disco a esperar a su padre, que vendría a recogerla a las 3.
Pero ese “vení conmigo, dale, un ratito más” había bastado para que ocurriera lo que estaba ocurriendo ahora. Ella sentada con él en los reservados, él rodeándola con un abrazo conquistador, ella tiesa y confundida, él acercándole la mano a la pierna.
—¿Qué hacés?— le preguntó.
—¿A qué te referís?
—A esta mano…a este abrazo. Si apenas nos conocemos.
—Pero queremos conocernos más ¿o no?
—¿Acaso somos novios?
—No sé, ya veremos. ¿Qué apuro hay? Primero hay que conocerse. ¿No te parece?
¿Me parece? ¿No me parece? ¿Me parece, no me parece? Ella no sabía muy bien qué le parecía y qué no le parecía. Ella sabía que no quería quedarse allí, pero por nada del mundo se soltaría de su abrazo porque todo era demasiado sabroso, demasiado distinto. Jamás, en sus larguísimos 14 años y 4 meses, se había sentido tan mujer.
La llevó de la mano hasta un asiento apartado, donde The Police parecía sonar más melancólico que en la pista de baile. Ella lo siguió sin cuestionar. En verdad, no lo conocía demasiado, pero la firmeza de su mano le daba confianza y la charla anterior había sido lo máximo de entretenida. Tampoco es que fuera su tipo de hombre; nunca le habían gustados los rubios. Pero él tenía un algo especial que lo hacía distinto. Quizás fuera la destreza con que había manejado el ritmo y el enganche cuando bailaron lentos, quizás fuera su aliento a chicle de menta y Marlboro, quizás la risa que le soplaba en la oreja, quizás su camisa leñadora, su colonia masculina o el cancherísimo modelo de sus pantalones Levi’s. Fuera lo que fuera, tras un beso en la mejilla, ella le había dado su número de teléfono y, satisfecha con la noche, se había dirigido a la puerta de la disco a esperar a su padre, que vendría a recogerla a las 3.
Pero ese “vení conmigo, dale, un ratito más” había bastado para que ocurriera lo que estaba ocurriendo ahora. Ella sentada con él en los reservados, él rodeándola con un abrazo conquistador, ella tiesa y confundida, él acercándole la mano a la pierna.
—¿Qué hacés?— le preguntó.
—¿A qué te referís?
—A esta mano…a este abrazo. Si apenas nos conocemos.
—Pero queremos conocernos más ¿o no?
—¿Acaso somos novios?
—No sé, ya veremos. ¿Qué apuro hay? Primero hay que conocerse. ¿No te parece?
¿Me parece? ¿No me parece? ¿Me parece, no me parece? Ella no sabía muy bien qué le parecía y qué no le parecía. Ella sabía que no quería quedarse allí, pero por nada del mundo se soltaría de su abrazo porque todo era demasiado sabroso, demasiado distinto. Jamás, en sus larguísimos 14 años y 4 meses, se había sentido tan mujer.
Ella le sonrió, como aceptando la propuesta. Él giró la cabeza y, con un guiño cómplice, la miró hasta el fondo de sus ojos, que captaron el mensaje y comenzaron a intuir lo que vendría. El rostro de él avanzaba en cámara lenta hacia sus labios y ella comprendía que el momento se acercaba inexorable. Pero ¿cómo se hace? En las películas, sólo lo mostraban a medias y sin instrucciones. La mejor opción era salir corriendo, pero no; eso no. La otra opción era dejar que sucediera de una vez por todas, pero no, eso tampoco; aún es muy pronto, no lo conozco, tan rápido, creerá que soy fácil. ¿Y cómo se hace? ¿Con la lengua o sin la lengua?
Las fauces de él se abrieron deseosas ante su boca y la decisión se tomó sola: que sea ya. Con la humedad y la blandura del momento se desmayaron sus resistencias y, pasado el sobresalto, le divirtió sentir la lengua de él como una babosa dulce que le bailaba en la boca y le cosquilleaba el paladar. Había descifrado el gran enigma del beso de lengua con gusto a Marlboro y chicle de menta, del que hablaban sus amigas. El maravilloso túnel del amor adulto, por el que se hubiera dejado transitar la noche entera de no haber sido por esa mano firme que la tomó del hombro y la arrancó de un tirón.
Mocosa de mierda, le dijo su padre, linterna en mano. Y se la llevó a los empujones.
Las fauces de él se abrieron deseosas ante su boca y la decisión se tomó sola: que sea ya. Con la humedad y la blandura del momento se desmayaron sus resistencias y, pasado el sobresalto, le divirtió sentir la lengua de él como una babosa dulce que le bailaba en la boca y le cosquilleaba el paladar. Había descifrado el gran enigma del beso de lengua con gusto a Marlboro y chicle de menta, del que hablaban sus amigas. El maravilloso túnel del amor adulto, por el que se hubiera dejado transitar la noche entera de no haber sido por esa mano firme que la tomó del hombro y la arrancó de un tirón.
Mocosa de mierda, le dijo su padre, linterna en mano. Y se la llevó a los empujones.
32 comentarios:
a mi tampoco me gustan los rubios =P
jajaja.. buen relato! [cuando no ps'...]
esa es tu historia?
jeje... trágico el final..
un abrazo!
Un relato que se siente al leerlo.
Como si lo estuvieramos viviendo.
(Los pantalones Levis me pueden).
Un beso
Tu relato, Lau, con suavidad y expectativas, me hizo recordar aquella, mi primera vez.-
Y si, los chicos de aquel entonces eran super clásicos ... el atuendo lo describiste perfecto ! Solo agregaría los zapatos náuticos, aunque pocos "adelantados" los usaban por estos lares. La onda era mas el clásico mocasín.
Y ese momento es inovidable ... padre celoso que les cortó abruptamente la inspiración :)
El primer beso da para mucho se unen los miedos a las incontenibles ganas.
Si establezco un paralelo con el mío, creo que en mi línea, ojalá hubiese sido un poco más clásico, pero no.
Me gusta tu capacidad para rtener detalles.
Besos.
Los rubios no son mi tipo,pero reconozco que una camisa a cuadros con un vaquero Levis,es (era) lo mas.
Las discotecas,las luces,los primeros arrumacos.Los miedos que caían como en domino arrasando todo.Ese beso que te abria compuertas.
Y el final,eso que tantas veces luego nos pasaría en la vida,el mejor momento interrumpido.Me encanta.
Que encantadooor relato!!
inocencia y sensualidad...momentos indelebles cuando empezamos a desvelar los misterios del amor, sus sabores,olores, dolores y...porque no tambien algun
empujon jajajaja!
bueno...siempre aparece un padre, que segun el, llega al rescate...
Un abrazo!!
Me gustó pila el relato. Y no, papa, eso no se hace!! ¿Te olvidaste de que fuiste joven? ¿Que tal haber guardado en algun rincón algo de lo que sentías entonces para estar un poco más vivo y un poco más comprensivo?
Besos
Me recordó mi primer beso... sin mi padre, claro está.
Me recordó mi primer beso... sin mi padre, claro está.
¡Jo qué corte Musa!, ¿qué se piensa en ese momento?, ¿a quién conformar?.
María del Carmen Merayo vivió una situación así, sólo que para peor, no fué el padre, sino una robusta gallega con una derecha tipo "mano de piedra Durán" que parecía ser su madre, yo lo ví mientras me tragaba el chicle, y para disimular mi turbación, me encendí un Marlboro.
Tu relato es tremendamente evocador, ¿quién no vivió la experiencia? Por suerte mi padre era más delicado a la hora de ir a buscarme... Y yo más cuidadosa, je.
Abrazos
Es tan mágica la mezcla de sentimientos que se experimenta en el primer beso. Por cierto me encantó tu frase de la babosa jajaja. Un abrazo.
Qué risa!!! Recuerdo algo parecido, pero sin padre, Dios mío!
Sucedió en el instituto San José de Calasanz, donde se celebraban las fiestas más cañeras de BCN. Bueno bueno...., para una niña de monjas aquello era Sodoma y Gomorra...
Nada, que la menda, pelín puestita de Vodka, acabó en un banco de una plazoleta vecina con un apuesto maromillo, y sí, pasó. El pavo entró al ataque sin remilgos. Yo la verdad, no daba crédito; es que lo de la intrusión de la lengua me chocó un montón. Nadie me lo había contado y es verdad que en las pelis tampoco se veía el tema nada clarito. No sé, me pareció que el tío era un depravado, a quién se le podía ocurrir semejante cosa? Q fuerte! Luego, cuando se lo conté a mis amigas -más avezadillas en el tema- se mataron de la risa...:-D "Pardilla" fue lo más suave que me tuve que oír...
Bueno, nada, que con el tiempo ya le fui cogiendo la cosa, pero es que la primera vez, me pareció algo horroroso.
Ay, qué tiempos aquellos!
Besitos (estos sin lengua, por favor) :-) :-)
*Ah, y por aquí, eran tb los mocasines lo que imperaba.
Me imagino al padre como al comisario de Trulalá, al grito de "Alto ahí, desacatau!!"
Pues sere bien torpe pero yo no me recuerdo de mi primer beso, ni del segundo, ni del tercero...me acuerdo del ultimo de ayer y uffff!! con ese me quedo para toda la vida!!!
Laura el final me MATO de risa!!!
Solo a vos te pasan esas cosas jejeje
Saludos che...
Liter, entonces el tuyo ¿con bigote y todo? Pues el maromo no era ningún pipiolo si ya tenía su bigotillo, no? Te gustan veteranos? O es que ibas tarde? ;-)
Perdón... perdón... es que soy un poco cotilla..., en Argentina decís "chusma", no? Pues eso, que no lo puedo evitar... Bueno, es que me ha chocado un primer beso con bigote... pero nada... no he dicho nada... :-)
En lo de "username" había puesto:
"xuxi, que intentó aguantarse pero no lo pudo evitar..."
Es que veo que no ha cabido todo y ha quedado como a medias.
Pues yastá.
Me hiciste recordar otras manos que me arrancaron de otras situaciones. Abruptamente. Y una lejos, fuera de este sistema solar, mordía el polvo. Realmente, Laura, leerte es como navegar. en un mar tranquilo. Así de placentero.
Me parece que hace mucho que no me paso por aquí, o es que alguien ha saboteado su perfil; para 250 tacos se conserva Ud. muy bien. ¡Que daría yo por llegar a esa edad luciendo equivalentemente así!
Huéspedes en casa. Poco tiempo de bloguear. Muchos comentarios por aquí. Todos generosos y estimulantes. Gracias! Veamos cómo me las ingenio para responderlos a todos, aunque casi casi podría decir a TODAS, ya que noto que la mayoría de las palabras son femeninas. Será que estas evocaciones son cosas de mujeres? Es interesante ver cómo los comentarios masculinos se han concentrado en la presencia del padre. El macho contra el macho, aunque, en el caso de Luzbel, alude a una gallega potentosa, que casi lo hace tragarse el chicle.
Zombie, ésta no es mi historia, no. Más quisiera yo que mi padre se hubiera ocupado de ir a buscarme algún día!! Un abrazo para vos.
Magic, casi casi pongo Wrangler, pero es que los Levis han resultado eternos.
María, lo de los zapatos náuticos te ubica en unos peldaños más atrás de la vida. El mocasín, a mí me podía el mocasín. Marca Guido, chetísimo (antigua!!!!).
Vade, el mío tampoco fue muy clásico, no te preocupes. Te mando un beso y sigo renegando con tu blog, que no me deja abrir los comentarios. Con lo que me intriga la repercusión de tu valiente post! GRRRRRRRRRR Dale, sacame el candado que quiero entrar!!!
Sole, me hiciste reir con lo del típico "mejor momento interrumpido". Es cierto. Los rubios tampoco son mi tipo, pero como mi cachorrín me salió tan clarito, tengo que hacerles propaganda!!!
Tictac, después de leer tu mensaje, me di cuenta de que en mi relato usé la palabra "firme" en dos ocasiones: para describir la mano que lleva a la niña al sillón y para describir el tirón con que el padre la saca de allí. Dos hombres tirando fuerte... rivales eternos!!! Un abrazo para vos y gracias por tus palabras.
Ana, gracias!!! Ya me veo a mí misma en la postura del padre... Cosa de la memoria selectiva, el miedo y la sobreprotección. Te pediré consejo, no te preocupes. Besitos.
Bettina, y cómo fue? Lo contás en tu blog, dale?
Luzbel, usted siempre me supera con sus salidas, eh? Mi venganza es hacerme mayor que el diablo mismo... 250 años!!! sí, aunque accidentalmente ingresado, no está mal alegar más años para siempre oir el "pero estás fantástica!!". Buen recurso, no le parece? Gracias por merodear siempre con su tridente.
Lurdena, por suerte mi padre era más negligente que el de la historia. Me dejaba solita!!! Abrazos para vos.
Calíope, sí...es mágica, blanda y dulzona... según la recuerdo. Nada que ver con la babosa, pero se me vino esa imagen a la cabeza.
Xuxi, y qué bebías en esos tiempos? Destornillador, que era la única bebida que yo conocía, porque me la había contado un amigo?? Te mando un beso seco, sequísimo, amiga chismosona!! Me has hecho reir.
Hurricane, ja ja...yo vivo diciendo "Alto ahí, desacatau". Me encanta esa frase...Claro está, me la contó mi mami... Tan jovencita que es una....
Liter, bigotes????? Pero acaso era tu tío abuelo, el bananero? Mejor que nos aclares el tema que si no voy a tener que hacer alguna denuncia por abuso de menores!!! Chiquilla mío, por más que te haya gustado, Xuxi tiene razón..hay que cuidarse de esos!! Y lo demás, no lo puedo comentar porque no entiendo el catalán!!!! Auxilio!!! Besotes
Marta, al leerte también pensé en manos que arrancan... siempre las hay y daría para otro post... Mil gracias por tus palabras. Es un honor viniendo de tus impecables letras. Besos
Quitado el candado, prueba y dime si ahora puedes.
Un beso.
Liter, llegó el beso... lo seco con una toalla y lo disfruto de lo lindo porque yo también te quiero un montón.
Gracias, Vade, por la visa de admisión. Ya la probaré. Otro beso para vos.
Charru, se me chispoteó tu comentario. Ya dije que esta historia no es autobiográfica, aunque siempre hay algo de propio en lo que escribimos y la protagonista podría perfectamente haber sido yo. Es el tipo de situaciones netamente Laurísticas. Así que te besaron lindo??? Me alegro por vos. Un abrazo, Charru.
Laura, primera vez aqui, me gusta tu forma de escribir, espero volver seguido si me lo permites.
Hasta siempre.
Liter, en el disco de mi computadora y de mi mente quedó grabado tu "Anatomía de un guateque". Tengo las escenas tan frescas, que cada tanto se me vienen a la cabeza...como el recuerdo de lo que viví con la imaginación. Al Capone que ponía discos e intentaba ocultar granos, la gordita con la que todos se confesaban porque con ella no se podía otra cosa, las caras de "libertad" con que se entonaban las canciones del final junto a la guitarra...Tantas cosas!!
Respecto a tu primer beso, parece que el muchacho se salteó los primeros capítulos del beso y fue directo al grano. "La teta no, la teta no!!", decían ellas entre lágrimas y gemidos.
Argentino, gracias por tu visita y tus palabras. Te espero!! Hasta siempre.
Nonono, el Guateque lo montó la otra Liter, la que no ha venido precisamente.
Creo que no puede contarte su primer beso porque está atareada contando un polvo divertido en su blog (sorry, son sus palabras).
O sea que, por aquí aparecimos las dos Liter entre bigotes y tetas pero sin Guateque!
Y es cierto, era una bonita historia.
Ah , Laurita...
Es atemporal, pero con Wrangler y mocasines Guido ( con flequitos), camisas de TEEN'S y cuenta ganado, que épocas!
A mi ese look nunca me fué muy cómodo. A veces algun jardinero bien Stone.
En general, polera negra , pipa y morral del ejército israelí.
Sin risas,por favor.
Muy bueno tu artículo. Saludos desde el otro lado de la vida
pero Lau! entro a ver como sigue todo y veo que mi comentario se borro!!!! yo te decia! que me avisaras si fue en Crash o Moon, o Juan de los Palotes, o Pinar!!!
en realidad te había escrito algo largo y tendido contandote mi primer beso, pero ahora me dio bronca que se borro!!!
besos!
Liter, quien quiera que seas...ahora sí que quedé totalmente despistada. Se han convertido en un hada de tres cabezas. Con la mezcla de las historias de las tres, creo que terminaré inventando un personaje; por cierto interesante. De quién era el bigotudo? De quién era el deslenguado? Uff... Ya mismo me voy a empolvar los ojos en el blog de la otra bruja (hada, hada, perdón).
Canilla, cuenta ganados, jardinero Little Stone, mocasines con flecos o hebilla al costado ja ja!!! todo me lo contó mamita, ya sabés... Así que pipa y morral? Alejate de los zurdos pelilargos, decían las abuelas... Pero a nosotras nos gustaban...Un beso
Mucha, me gustaría visitar el otro lado de la vida. Se puede? Un beso y gracias!
Vane, Pinar, Crash, Juan de los Palotes... Creo sentir hasta el olor... Pero no, no y no... Mis personajes estaban en una disco llamada Venus, que cerró apenas terminé de escribir la historia.
Ya se por qué perdiste lo escrito. Me ha pasado varias veces en los últimos días y morí de bronca. Es que hubo una actualización de los blogs y la nueva versión tiene que registrarte. Me hubiera encantado leerte. Besos, loquita. Espero estés recuperada.
Me mueeero, Juan de los Palotes!!, en una epoca de mi vida pase mas tiempo en ese boliche que en mi casa...Dios mio, que lindos recuerdos! (creo que ya no existe más,fué hace tanto! pa los de afuera hay que decir que una lo vio en un documental de la epoca.. y no que lo conoció realmente). El primer beso, que seria mejor decir, la primera vez que me comieron la boca fué a los 13 añitos...que ternura.
Me parto!.
A mi me pasó lo mismo. Claro, que era en el portal de mi casa con un chico que tenía una moto y a las 2 de la mañana.
Qué demonios hacían mis padres a las 2 de la mañana en el portal de casa. Eso todavía me lo pregunto.
Subir en el ascensor 10 pisos con mi padre a punto de estallar, no lo olvidaré nunca. Del beso me acuerdo poco, sin embargo...
Besos
Ernestina! Western girl!!! He pasado fugazmente por tu blog, al que prometo regresar con mucho más tiempo para analizar a fondo toda la información. Soy una fanática del Pilates y de todas esas disciplinas que te conectan con el cuerpo. Bienvenida a mi rincón!! Un beso de primera vez...
Lucy, Lucy, Lucy... lo tuyo debe haber sido traumático. Digo yo... vendrá de allí la fijación con los bomberos? Ella fue arrancada del fuego... O bien, él debería salvarla del peligroso estallido de su padre. Quién sabe, quién sabe...Un beso grande
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