En el penúltimo post de Victoria's Home (http://victoriashome.blogspot.com), la autora nos habla del sacrificio de los animales en pos de la alimentación humana, un tema que me golpea fuerte porque me enfrenta a mis peores hipocresías. Amo a los animales, lloro por los animales y defiendo a los animales, pero soy sumamente carnívora. Estoy convencida de que, al igual que tantos otros vicios que he logrado eliminar de mi vida, eventualmente podría cambiar de hábito si me lo propusiera. Si me lo propusiera, claro está.
El post termina con una pregunta muy acotada, que me dejó pensando:
¿Alguna vez te pusiste a mirar los ojos de las vacas cuando van en los camiones de ganado rumbo al matadero?
Y la respuesta es sí, juro que sí.
El post termina con una pregunta muy acotada, que me dejó pensando:
¿Alguna vez te pusiste a mirar los ojos de las vacas cuando van en los camiones de ganado rumbo al matadero?
Y la respuesta es sí, juro que sí.
Íbamos mi amiga Lorena, su padre, su madre y yo por la ruta 2, a visitar a una persona muy querida en su lecho de muerte. Lo suyo era cuestión de horas y nosotros lo sabíamos, como también sabíamos que derramaríamos muchas lágrimas al verla. De ahí nuestros rostros enjutos y nuestra conversación rayana. Las ventanillas abiertas permitían la renovación del aire que se nos enviciada rápidamente ante lo poco que quedaba por decir. Y aunque el viento me golpeaba vigorosamente la cara, yo me negaba a subir el vidrio porque necesitaba oxígeno.
El camión de hacienda se nos adelantó por mi lado. Parecía tener prisa. Como siempre, al verlo pensé “pobrecitas”, pero esta vez, dada mi sensibilidad agudizada por la circunstancia, clavé los ojos en una de las vacas y noté con pena que, como las demás, movía la cola en una contorsión algo nerviosa. ¿Tendrás miedo, vaquita? - le pregunté en mi interior.
Su respuesta fue resuelta y contundente, como una bofetada asestada en tiempo y forma. ¡ZAP! Justo en la mejilla. Un perfecto círculo caliente y oloroso en el centro de mi rostro. Un gigantesco botón marrón que produjo en Lorena las carcajadas más lacrimógenas que le hubiera conocido jamás.
¡Te cagó la vaca! me decía con hipo histérico y doblada en dos.
¡La cagó la vaca! coreaba divertido el padre, que por poco se estrella contra el ganado de tanto darse vuelta para reírse de mí.
La madre acompañaba las risas cual Patán de Pierre-No-Doy-Una, y yo esperaba tiesa y asqueada a que alguien se dignara auxiliarme.
Luego de varios minutos de juerga gratuita, me alcanzaron uno de los pañuelitos que teníamos reservados para la triste ocasión. ¡PUAJ!
Nunca supe si la vaca me quiso decir que se cagaba olímpicamente en mi pena porque igual me la iba a comer, o si simplemente me dió a entender que estaba cagada de miedo.
¡Vaya uno a saber!
El camión de hacienda se nos adelantó por mi lado. Parecía tener prisa. Como siempre, al verlo pensé “pobrecitas”, pero esta vez, dada mi sensibilidad agudizada por la circunstancia, clavé los ojos en una de las vacas y noté con pena que, como las demás, movía la cola en una contorsión algo nerviosa. ¿Tendrás miedo, vaquita? - le pregunté en mi interior.
Su respuesta fue resuelta y contundente, como una bofetada asestada en tiempo y forma. ¡ZAP! Justo en la mejilla. Un perfecto círculo caliente y oloroso en el centro de mi rostro. Un gigantesco botón marrón que produjo en Lorena las carcajadas más lacrimógenas que le hubiera conocido jamás.
¡Te cagó la vaca! me decía con hipo histérico y doblada en dos.
¡La cagó la vaca! coreaba divertido el padre, que por poco se estrella contra el ganado de tanto darse vuelta para reírse de mí.
La madre acompañaba las risas cual Patán de Pierre-No-Doy-Una, y yo esperaba tiesa y asqueada a que alguien se dignara auxiliarme.
Luego de varios minutos de juerga gratuita, me alcanzaron uno de los pañuelitos que teníamos reservados para la triste ocasión. ¡PUAJ!
Nunca supe si la vaca me quiso decir que se cagaba olímpicamente en mi pena porque igual me la iba a comer, o si simplemente me dió a entender que estaba cagada de miedo.
¡Vaya uno a saber!
22 comentarios:
Me quedo con las dos opciones
¿Se puede?
Creo que el tema del tipo de alimentación nace del respeto.
Es así: como tenemos complejo de semidioses y clasificamos a los animales dentro de un grupo inferior, nos sentimos con el derecho de quitarles la vida, cuando no torturarles ( con métodos tan horribles como apalear a un cerdo, por citar uno) para finalmente satisfacer nuestro necrofilico apetito.
pobre laura, yo también soy sumamente carnívoro, a pesar de que me indigne con el maltrato a los animales. en cuanto a los camiones de ganado. por mi tierra (que está cerca de Lorca y Alhama, ciudades charcuteras por excelencia) pasan muchos camiones de cerdos. y cualquier conductor sabe que hay que subir las ventanillas cuando los adelantas o te arriesgas al hisopo de pis. besos.
Seguí pensando en qué cosa te quizo decir la vaca y seguro lo solita lo vas a descubrir.
Solo se trata de evolución.
Un abrazo.
Yo también soy carnívoro, creo que la única carne que probé y no me gustó fue la del lechón.
No estoy de acuerdo con costumbres que deparen la muerte del animal por otros motivos, por ejemplo, me parecen terribles las corridas de toros.
Pero con respecto a comer carne, respeto a los vegetarianos, pero no le veo ningún problema, y cuanto más jugosa, jeje, mejor.
Laurita. Yo soy poco carnívora pero nunca como vaca o ternera. `Supongo que si viviera en Argentina la comería pero aquí en España pues no me apetece.
Los peces también tienen la mirada triste, ¡qué le vamos a hacer!
sería hipocrita si te dijera que cd muerdo una milanesa hecha por mi mama, pienso en la vaca!!!!!
ahora si lopienso despues de leer tanto el post como los comentarios del grupo, me puede dar cosa... es cierto! me voy a lavar los dientes mejor! es que comi unas milas de peceto!!!!!!!!!!!!!!!!!!! jajajajaj
Genial!! Como siempre la bordas con tus relatos. No me canso de pasar por tus aristas.
En cuanto a la vaca... casualidad o causalidad?
Dios lo sabrá.
Creo que nadie enjuicia -o debe enjuiciar- a los otros por lo que come. El tema es el modo en que hoy se organiza mundialmente la matanza de animales no humanos para nuestro consumo. Criaderos de pollos despedazados entre ellos, mutilados y aún vivos, agonizantes. Vacas sometidas a tortura etc etc. o la matanza del atún que tan bien documentó laluzenmi. De eso se trata. Aborrecemos la tortura. Pero el maltrato animal sistemático y corporativo no es tortura para nosotros. Entonces qué es?. Entonces, qué somos?.
Sóis unos animalillos curiosos con una dieta omnívora; ¡es que tiene que haber de todo!.
No me sufra musa porteña. Yo también he llegado a las lágrimas con Marrone y Pocholo Rodríguez un día en el taller; había tiras, mollejas, sochoris y chinchus...¡slurp! si, me dí cuenta de que se me está cayendo la baba, pero no se preocupe, tengo más
Ay Laurita si hasta se me olvido la pregunta con la risa que me provoco tu accidente, te juro que me imagino a vos toda circunspecta pegrúntandole a la vaca si tenia miedo y luego te veo cubierta de bosta y vuelvo a reirme... lo siento..ay ya ya ya paso... ahora concuerdo con lo del sufrimiento inutil, pero no puedo negar el disfrute de un buen asado... disculpen los vegetarianos, pero para que mentir en este espacio... ay laurita me haz hecho reir... que ni te cuento...(está pagado lo del bajón del otro día)
Vade, claro que podés quedarte con las dos opciones, que en definitiva son parte de lo mismo: la falta de respeto hacia los animales. En eso, las culturas indígenas eran tanto más cuidadosas...Besitos
Laluz, no haber hablado con vos antes... Les hubiera ahorrado a todos el beso con olor a bosta que me tuvieron que dar. Chau, concu... (al menos, se que si un día me encargo de la cocina en el polifónico, tendré algún comensal) (y mis paréntesis son más largos que mis mensajes... es que la mina no para de hablar).
Charru, charru... basta! no me tortures más...Ya entendí...Ya veremos qué hago... Son procesos. Abrazos para vos.
Hurricane, ni me hables de las corridas de toros que lloro! Y ni que hablar de la caza... Eso es crueldad gratuita...
Lurdena, me querés decir que mi condición astrológica leonina me autoriza a comer carne sin cuestionarme? Gracias por la excusa! Un beso
Scriptorum, no vieras la pesada que me pongo cuando acompaño a mi marido y a mi hijo a pescar. Que pobrecito, que mirale la carita, que no seas cruel. Entonces cuando me visites con Mati, te pido un buen bife?
Vane, lo tuyo está justificado por el tema de las proteínas que necesitás para la futura alimentación de otros. Pero lavate los dientes, sí, que si no te van a echar por aquí.
Bettina, aún no descubro si es casualidad o causalidad...me gustó tu manera de sintetizarlo. Aún no me has dado tu dirección nueva. Un placer recibirte por aquí.
Martita, tal como hace mi hija cuando la reto y no soporta oirme porque tengo razón (quién lo dice), me voy a tapar los oídos porque lo que decís me duele mucho, Martita. Yo, Camps, Yo, mala, Yo, carnívora, Yo, torturable. BUAAAAAA!!!!
Luzbel, comparta!! pero shhhhhhhhh
Ydaledali, querés creer que la intención inicial fue alegrar un poco el blog con una historia que a mí me hace llorar de risa (se me vino a la mente en el momento en que comentaba el post de Victoria), y termino con todo este discurso ético moral que me va a llevar a la dieta del alpiste.
Besos...los espero en casa, con ensaladitas varias y milanesas de soja.
Te paso el nuevo blog aunque al lado de estas letras me siento alumna del kinder!!!
http://elvalleencantado.blogspot.com
Soy bastante carnívora de todo bicho que camine, pero creo que se podría llegar al menos a no maltratar a los animales de producción. De paso, quien dijo que los vegetales no tienen derechos? Lo digo en serio, una planta atacada por una oruga emite sustancias que avisan a las otras plantas de lo que sucede y también sustancias para defenderse de la oruga agresora. Creo que no hay tanta diferencia.
Ay, Ana!!! Las plantas tampoco. Y el agua? El agua también es maltratada...
Si ni del aire se puede vivir, che!!!
Me consumo, gente, me consumo!! Adiós, mundo cruel!
Jajajajaja...tan grafico el cuento que lo vi ocurrir!!!
Camino a casa hay unas, siempre rumiando me observan con el ojo caido y el aire indiferente...creo que poco les importo, o por lo menos no tanto como ellas a mi...desde la vaca loca, me cuesta comer carne roja. Pero no soy vegetariana...
Me encanto' tu comentario en mi blog.Gracias!
Un abrazo.
Yo quiero contar esta historia!!!
Gracias por tu regalo,me ha encantado,adoro `poder hacer una lista con todos los títulos y autores que me regalasteis y asaltar la librería.Mi correo esta en mi web,no en el blog,si no has pasado por alli te invito,escuchate algo.
http://www.soledadfelloza.com
cliquea donde pone contacto y ya me tienes
Con las recetas haré un pequeño libro culinario.
Besos
Juasssssssss que gracioso lo que te pasó, Lauri ! Me imagino el asquito, el asombro, la impotencia que ese momento te debe haber causado …
Por lo menos tuvieron una situación de descarga cómica antes de afrontar un momento doloroso….
Esa vaquita se cacareó en tus pensamientos, o la 2da opción, como decís.
Que pasaría si les midieran de alguna forma el stress o los latidos del corazón, antes de pasar a vida de frigorífico?
Estaba comentando en la página de Charru ! Y zácate, error en el servidor ...
Soy de las tuyas, Lauri, AMO las carnes. Y la verdad que, las veces que un camión lleno de ellas pasó al lado, los pensamientos, a propósito y guiados por mi voluntad, se van a cualquier lado, menos a intentar imaginar el camino hacia su fin en mis mandíbulas.-
Es que le parto de la risa con la anécdota!!!! :-) :-)
Nena, no te cortes con lo de la carne, ni te comas la cabeza un segundo más. La mirada d la vaca es la misma el día d su *1ª Comunión que el día que va al matadero, porque esa es la típica mirada que tienen todas las vacas en cualquier circunstancia, digo yo. Es que no soy mucho de animales, la verdad, pero la mirada esa bovina no cambiará mucho, no?
Y además, la gente que està en contra de comer carne, seguro que lleva zapatos, bolso, cinturones, etc. de piel, no? Pues yastá. En fin, no quiero parecer simplista, ni crear polémica, pero como alguien ha dicho ya, se trata de la "cadena alimentaria". Sólo hace falta ver "El rey León" para saberlo.
Y conste q yo no soy muy carnívora, pero donde esté un buen filetorro....
Saluditos!
*Sin ánimo de ofender a nadie; es lo primero que me ha venido a la cabeza.
EXCELENTEEEEEEEEE....no se hace cuánto habrá sucedido esto, pero me estoy riendo con lágrimas y todo en un día que lo necesitaba y al igual que tus compañeros de viaje necrológico. MIL GRACIAS!!!
Esto me suena a cuando uno pasa por los camiones de los cerditos en pompa y se ponen a mear (tarea arriesgada adelantar un camión de estos). Respecto al tema del sacrificio de animales, recuerdo que en la carrera teníamos una asignatura que trataba precisamente sobre el tema (la verdad es que es un hito que por lo menos te cocienciaran de que existe algo que se llama "el bienestar animal")y muchas visitas eran a mataderos o ver las condiciones en las que estaban los animales. Recuerdo especialmente una anécdota, nada mas llegar nos dijeron que no nos encariñaramos con los animales, que por otro lado ofrecían sus bocas cariñosamente para que les dieramos de comer. Efectivamente cuando estamos jugando con una vaca llegó un tío con una pistola percutora ,se la puso en la frente y la tumbó de un pistonazo, tíos y tías como castillos llorando, aquello parecía la visita a un campo de concentración. En fin, todos somos carnívoso (yo el que más), pero tenemos que concienciarnos que los animales ,aunque sean nuestro alimento como obnivoros que somos, primero tienen dignidad. Estupendo post Laura, vaya faena te hizo la vaca. Un abrazo.
perdón por la falta: omnívoro (manía de no repasar aveces)
Tictac, es cierto que las vacas siempre tienen la misma cara. Pero yo para hacerme películas soy mandada a hacer. Un beso
Sole, en serio querés contar esta historia? en serio te gusta el botoncito calentito y aromático en la cara? Nooooo, no te gusta...Te lo aseguro.
María, cómo cuesta deshacerse de este hábito argentino tan arraigado! La anécdota me llena de una risa melancólica...te aseguro.
Xuxi, ves que siempre tenés que agregar algo a lo que yo digo? En este caso, me has venido a recordar lo de los zapatos y las carteras de cuero, cuando yo andaba muy ancha ofreciendo cueros argentinos a mis suegros gringos. Es que me había olvidado que salían de ahi!!! ja ja
Macrán, gracias a vos por tu visita! Te espero!
Davichof, me dejás triste, hombre. Es que he visto tu escena tan vívida! Vaya crueldad....
Por otro lado, no haber hablado con vos y laluz antes... Yo ni idea de lo peligrosos que eran los camiones de hacienda!!! Me encantaba hacerme la diva de cara al viento!!! je je
Un abrazo!
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