20.4.07

Borradores de viaje (2a. parte)


Canto, despego y saludo a mi vecina de asiento, pero ella es demasiado fina para hablar con extraños. ¡Y eso que me vine con tacos! Dormimos como angelicales siamesas de cráneo, pelo contra pelo, pero no nos saludamos porque no nos conocemos.

Lima, aduana, fila y Luis Eduardo Aute en mis oídos. La vida con música es hermosa. Parece una propaganda de televisión y yo, una espectadora entretenida. Tan entretenida que espero mi valija en el sitio equivocado. No es inusual. Pero tengo la excusa de estar cansada. La una de la mañana, me informa él, mi ÉL, cuando me abraza sonriente al llegar y le pregunto la diferencia horaria entre Perú y Argentina. Vamos al hotel, darling. ¡Vaya hotel! De esos con camas mullidas de tres metros de alto, y mantas peluditas y vaporosas. Paga el trabajo, claro. ¡A dormir se ha dicho! No te entusiasmes, que en dos horas salimos para Cuzco. ¿En dos horas? Y bueno, serán dos horas de reina. Reina convertida en ogro al despertar. ¡Come on! Desayunar a las 4 y media de la mañana no me hace gracia. Y además, ¿quién entiende este menú? ¿Acaso no tienen una media luna común y corriente, algo normal como tenemos en Argentina? ¿Qué diablos son los palitos de ajonjolí? ¿En qué español hablará esta gente? El mozo me mira con odio. Sí, ya sé, muchacho. Soy argentina y podría suicidarme tranquilamente desde la cima de mi ego, ya lo sé. Conozco el chiste, gracias. ¡Pero tengo sueño!

-No te preocupes, que en Cuzco dormiremos toda la mañana antes de salir a recorrer. Calentitos y cómodos en la hostería que contraté para los dos.

¡Hurra! ¡Dormir! Vuelo a Cuzco con la ilusión de un colchón. Lo siento, no puedo ser más intelectual. Con hambre y sueño, se me va al diablo la sofisticación. Y encima, hace un frío terrible. ¡Acotadísimas las sandalias que puse en la valija! Hoy en Cuzco amaneció más frío que nunca, nos anuncia Roni, el guía enviado al aeropuerto por la anhelada hostería que espera con sus tibios colchones. Pero no todavía, dice Roni. ¿Ah, no? La hostería no queda en Cuzco, sino en el Valle Sagrado. Iremos allí luego de recorrer Cuzco. ¿Y ese “luego”, a qué hora sería, Roni? Cinco o seis de la tarde.
¡Pero son las siete de la mañana!
Bien, me meto el sueño en el bolso de mano y bebo de un sorbo el té de coca que me ofrecen en la "casa de descanso” donde nos lleva Roni. Un lugar de paredes verdes y rosadas. Adobe adornado para el turista con lo que Mr. Turista desea ver, dentro del presupuesto y el gusto local. Roni habla inglés. Lo habla muy bien. Roni, ¿dónde naciste? ¿Sos Inca? No, soy machiguenga. Soy de la selva al este de los Andes, allá lejos, en la entrada del Amazonas, donde nadie llega porque hay muchas pestes y muchas enfermedades y el mes pasado murieron de fiebre 30 exploradores de piel blanca. Roni, ¿quién te enseñó inglés? Yo solito, hablando con los extranjeros cuando vine a vivir a Cuzco. Me crié en la selva, sin moneda y con sistema de trueque y con doce hermanos que hablaban quechua como yo. Porque mi clan era nómada y...
¿Tu clan, Roni? ¿De verdad tienen clanes, Roni? ¿Cómo en los libros de historia, Roni? Roni, pero qué burra soy. Si hasta pensaba que ustedes no iban a la escuela y sólo hablaban con las llamas y las vicuñas y vivían porque el aire es gratis. Pero no, Roni. Parece que en la selva hay escuela primaria y escuela secundaria y que aunque no muchos la completan, los maestros se esfuerzan por enseñarles el mundo para que ustedes emigren a Cuzco (la gran metrópolis, que le llamas) a forjarse un futuro entre nosotros, los turistas que venimos a apreciarlos como a monos de zoológico. Roni, ¿es que acaso hay algo que no sepas? Me has respondido a todas las preguntas que te hice, indio de la jungla impenetrable y llena de bichos. ¿Serán tus tres años de licenciatura en turismo o será tu cabeza indígena tan apta para la supervivencia? Roni, pasamos el día a tu lado y nos hablas y nos hablas de historia, de geografía, de lingüística. Y aunque me mareo por la altura y me quedo sin aire y termino en la enfermería del Coricancha (Patio del Sol) con máscara de oxígeno, he llenado mis oídos, mi nariz y mis ojos de este mágico lugar, donde aún se escucha el grito de un Inca abortado para siempre. Abortada su veneración a la luna, al sol y a todo lo que emana de la sagrada tierra. Abortada su visión progresista de la vida. Arquitectura, medidas, orientación, declive. Todo fríamente calculado para que el terremoto no matara a sus criaturas. Piedras impecablemente alineadas y encastradas. Construcciones perfectas que Don Conquistador del Viejo Mundo parece haber valorado bastante. De hecho, la Iglesia de Santo Domingo fue erigida sobre los óptimos cimientos del patio del Sol, levantado por tu hermano Inca, Roni. Se tiró abajo lo que no les servía, y se rescató lo más valioso. Como las estatuillas de oro, Roni. Tanto les gustaron a los conquistadores, que se las llevaron íntegras. Y, a cambio, les dejaron sus dioses, sus cristos y sus santos llorones. Se los incrustaron en la garganta para que los digirieran más rápido. La palabra Cuzco es prueba de ello. QOSQO la llamaba el Inca y CUZCO la deformó el conquistador, a patadas y estiletes. Por CUSCO se decidieron ustedes, mitad indios mitad otra-cosa-que-no-se-define-bien, cusqueños orgullosos de su origen, pero resignados a ser de otro.

Cusco es un triste término medio para lo que nunca debió haber dejado de ser Qosqo.

17 comentarios:

OLEASTRUM dijo...

Hermoso encuentro de culturas!
A mi me han fascinado siempre encontrarme con personajes como Rino, esos que sus experiencias mundanas les hacen tan eruditos. Por otro lado, saben con tanto arte combinar la cultura que aprendieron alguna vez en una escuela primaria o en la universidad.

Besos Laura, espero tu tercera entrega con ilusion.

fiorella dijo...

Espectacular tu post!Justo unos primos estuvieron por ahì y si,los horarios eran de terror,anochece temprano y el dìa hayq ue empezarlo tempranìsimo.Lo de Roni,imperdible.UN abrazo!!

Ana dijo...

ME gustó pila tu relato. En cuanto al cansancio, a mi llega un punto en que me anula cualquier posibilidad de disfrutar.

Anónimo dijo...

Estuve por ahí Laura...navegando también en el Titicaca con los Indios Uros.
Seguiré leyendo este apasionante relato.
Excelente blog.

Un abrazo


http://enreteladelalma.blogspot.com/

Vico dijo...

WOW te leo y mas me convenso de que no puedo morir sin llegar hasta alli
buenisima la cronica Laura...
te mande un video en sendyouit, te llego? a tu correo...

Steph dijo...

Boy I wish I could read Spanish. Perhaps someday!! :)

Anónimo dijo...

Laura, tu casa se oscureció bastante y me cuesta leerte pero valió la pena leer lo de Rony. El té de coca es muy sabroso. Con lo que no puedo es con los madrugones :( En tu próximo viaje a Qosco dormíiiiiiiii. Besos!

fractal dijo...

La parte final de tu relato es bien explícita, cuando nos cuentas sobre esos mágicos lugares de sabiduría ancestral, surgida de la observación, la convivencia y el respeto por todo lo natural y sobrenatural. ¡Cómo me gustaría hacer este viaje!, aunque sin duda terminaría como tú en la enfermería en busca de una máscara de oxígeno.

Laura, no conocía el chiste del ego argentino. Me he reído un montón, pero he sentido el pánico que me dan las alturas... y los orgullos desmedidos! Nada nuevo, tú ya sabes los escalofríos que esto me produce.

En fin, espero que el recuerdo de Roni te acompañe por mucho tiempo. A mi me ha parecido un personaje a tener en cuenta.

Hasta luego!

Gonzalo Villar Bordones dijo...

Bendito el Qosqo por tener una turista tan encantadora y, por lo demás, porteña, como los árboles de flores amarillas que repletan Palermo.

BETTINA dijo...

Me he quedado con la boca abierta. Por Roni, por que hubiera hecho y dicho lo mismo que tú. Y me pregunto por qué somos, soy tan prejuiciosa con la gente que es diferente a mí. No creas, a mi también me ha pasado eso muchas veces.
Siempre he tenido unas ganas locas de ir a Perú, pero después de tu post , se han transformado en imperiosas (no imperiales)
Sigue contando!

Elena Casero dijo...

Laura. Fantástico el reportaje del viaje.

Los argentinos hablando sobre su ego. No sabía que hacíais esas cosas.

Don conquistador del nuevo mundo, ¡cuánto daño hicimos los españoles contra esas culturas tan antiguas!

Espero la tercera parte

Muchos besos

El Canilla dijo...

Laura, laura.

hermoso texto, lleno de metáforas , colores y formas.

A-M-Y-M dijo...

Solo me concentre en la imagen de su post...y recorde que la vida es sencilla, que debemos recordar que la vida hay que reirla, y bailarla.

Por primera vez en su blog, espero que para bien sea.

Anónimo dijo...

Me encanta tu crónica!

Habrá más, no?

Besos,

Anónimo dijo...

Es así, Laurita, aunque nos pongamos tacos y seamos por un breve lapso siamesas de cráneo con alguna pasajera la regla es no hablar si no nos conocemos. Y luego de esta introducción y de la aparición de tu EL, viene el golpe en la nuca. Viene aquello de que hablamos de todo sin conocer en verdad nada. Siempre un peldaño arriba del resto.Y eso es tan típicamente argentino que a veces nos falta la perspectiva para poder narrarlo. Salvo a vos. el "resto", en este caso Rony, puso las cosas en su lugar y tu post tiene la sabiduría de poder contarlo. Del Cusco, faltaba esta visión laurabaires. Digo, del Qosqo

Chiara Boston dijo...

Oleastrum, lo más fascinante de los viajes es hablar con la gente...Al menos para mí. Besotes

Fiorella, no se si fueron los horarios o el estilo japonés-maratónico de mi viaje. Gracias por tu comentario.

Ana, recuerdo que a los veinte años, bajaba del autobús luego de un fin de semana de juerga en la costa y, bolso en mano, me dirigía al trabajo, donde permanecía activa hasta las 18hs antes de partir para la facultad...Hoy, sin sueño, no existo!!

Elenadesantelmo, estoy segura de que tus historias son mucho más apasionantes que mis cuentos de turista burguesa. Besos y gracias por venir!

Charru, te respondo: NO, no me llegó tu video... y SÍ, tenés que conocer esas zonas porque te van a encantar.

Steph, you are nor missing much...Don't worry. Thanks for coming!!!

Chiara Boston dijo...

Rosa Roja, espero haber enmendado el desatino de "otoñizar" mi casa con un gris tan oscuro.
Mi próximo viaje a Qosqo, que lo habrá, será muy distinto...Besotes

Frac, fue maravilloso empaparme de las concepciones nativas sobre vida y naturaleza. Me sentí super identificada.
Así que no conocías el chiste del suicidio argentino? Pero el tema de nuestro ego no te era ajeno, supongo. De todas formas, quienes más lo sufren son nuestros hermanos latinoamericanos.

Gonzalo, vendrás a ver los árboles amarillos?? No dejes de llamarnos.

Bettina, en mi opinión, los rioplatenses somos racistas e ignorantes... sobre todo los argentinos. Claro que hay excepciones: vos y yo!! OBVIO!
Besitos.

Escriptorum, la historia hay que mirarla desde muchos lados. Hubo daño, es cierto. Pero la vida es así de cruda: como en la jungla, como en la naturaleza, gana el más fuerte. Y de allí sigue la historia...y de allí, nos conocimos vos y yo!!! No es un lindo cuento, después de todo?? Gracias por la fidelidad de tus ojos lectores.

El Canilla, serán los colores del poncho indígena? (los piropos me ponen colorada y no se qué decir) Besitos

Lirio, es cierto: la vida es tan sencilla que a veces resulta dura. Muerte, vida, pobre y rico... Y entre tanto, bailamos!!!! Gracias por tu visita.

Xuxi, como siempre, me alegro de tenerte aquí.

Martita, lo que se espera, al menos, luego de un siamesaje de cráneo sin saludo es que los piojos se hagan amigos!! Aunque eso de los piojos es tan sudamericano, mi vida, que no va con nosotros los argentinos. Uno que es tan europeo, vio??
Besitos