Primero le susurraba suavemente al oído, pero luego comprendió que los gritos daban mejor arrastre a sus mensajes. Pronto los gritos se hicieron sordos. El canal de comunicación estaba irreversiblemente obstruido, quién sabe por qué.
Y apareció el silencio, que se instaló obstinado.
Andaba por la casa respetando las fronteras que le imponía su deseo de no hablarle. Su propia madriguera -siempre un remanso- se le había tornado un campo minado. Si iba a la cocina y estaba él, recogía lo que necesitaba y enseguida huía hacia otro sitio. En el baño intentaba no rozarlo si él entraba mientras ella se cepillaba los dientes. Fronteras internas, construidas por el miedo y la razón. Temía encontrarse con él y abofetearlo, o bien mirarlo y abandonarse a la pulsión de abrazarlo sin tregua. Caminar por el borde le permitía contemplar dos estados sin entregarse a ninguno. Con la coraza rígida y el rostro impávido, con la “tranquilidad" de no hacerse cargo de nada. Hasta cuándo lo soportaría, era la pregunta. ¿Sería capaz de cerrar la puerta para siempre? ¿Y de qué lado se quedaría? ¿Del lado del viento que aja la piel? ¿O del lado de la putrefacción maloliente?
13 comentarios:
Difícil decisión la de quedarse en cualquiera de las dos partes. Si aún siente, que no lo dudo, por su opuesto deseo de abofeteralo y besarlo, más complicado aún.
Los silencios también comunican. Hablan del dolor, del rencor, de la ira, de lo que no perdonamos, de lo que preferimos callar por miedo.
El temor a perder paraliza.
Un abrazo Lau.
Laura.
¿por qué no intentas convertirlo en relato?
Es muy descriptivo, muy visual.
Una admiradora
Esos silencios son terribles. Valen mas que mil palabras. Y el accionar en silencio es muy difícil tanto para la persona que toma la desición de tomarlo como aliado, como para aquel individuo que padece las consecuencias de esa desición.-
Un beso, Laura !
Me gusta mucho leer tus relatos.
Ay, Laura, con lo que me gusta tu blog voy a tener que dejar de leerlo si sigues embocando tus posts en mis llagas!
Besos, desde mi madriguera donde impera un semi silencio.
Ana
Eo nena, estás q t sales, como siempre. El viajecito t ha sentado d maravilla; s nota q has cargado las pilas. Y ad+, dos posts en lugar d uno, genial!
Mañana comento q ahora m caigo d sueño... ZZZZZZZZZ... ¿Cómo será la onomatopeya d roncar? Bueno, nada, q no queda muy fino... Pero ¿cómo sería? ¿Hay algún fonetista por ahí? Sería algo así...GGGGGGGGGGGGG.... o más fuerte...JJJJJJJJJJRRRRR...??? Pero q yo no ronco, eh? Uy, eso sí q no -creo- Era un mero comentario... ehem... :-) Al menos, el d al lado nunca s m ha quejado (por este motivo... ji ji)
Besos
*Ua, q gusto no tener q meter la contraseña esa d marras
La disyuntiva es chunga. Lo esencial es tener fuerzas para cerrar la puerta de una puñetera vez. Yo m inclinaría por quedarme del lado del "viento q aja la piel"; la putrefacción cuanto más lejos mejor.
El viento es molesto y castiga, pero en un momento dado amaina para dar paso a un remanso d paz. La piel ajada? Sí, joroba un poco, pero y qué? Cicatrices d haber vivido, no? El vendaval inhóspito no puede durar siempre.
Besos,
Vade...con cada pérdida, hay una ganancia. Y las decisiones dependen de los valores que uno maneja. Qué pesa más en la balanza?
Otro abrazo para vos... Me intriga saber tu nombre.
Escriptorum, esta idea se me ocurrió así, a partir de un cúmulo de pensamientos variados. Quizás la convierta en un relato, aunque he descubierto que más que hechos, a mí me gusta describir situaciones. La admiración es mutua...
Lurdena, siempre he dicho que la puerta entreabierta es más desquiciante que la puerta cerrada. Es duda, es jugarse. El portazo lleva al duelo y de allí, al olvido.
Maria del Norte, si bien esto no es autoreferencial, soy de las que guerrean con silencios. Y aunque se que la otra persona lo sufre, es mi manera de poner orden a mis pensamientos para luego explicarme de modo más claro y contundente.
Ana, sabía que te llegaría. Perdón si metí el dedo en la llaga. Es que, de cierto modo, leer blogs me sumerge en situaciones que me dejan pensando y me llevan a las letras. Si el silencio es parcial, es señal de que aún hay algo por decir. Las puertas no pueden cerrarse entonces. Un besito para vos.
Xuxi, no conozco el onomatopeya de roncar, pero conozco un roncador cuyas ondas sonar pueden transportarte fácilmente hasta la lejanía de cualquier cama, sofá o espacio horizontal disponible en la casa.
Liter, coincido con vos. Pero reconozco que los procesos no son fáciles.
Xuxi, me parece que la tijerita con que te cortaron a vos al nacer fue vendida de segunda mano en la Argentina y la compró mi madre (sutil manera de decir tb que soy más joven...aunque sea por días)!!!
Me sacas las palabras de la boca!!
Estamos con la ouija en la casa de María del Norte...
Que es la ouija?
Lau pasate por la casa de María y lo entenderás. Un beso.
Eh!!! Q pasa ahí??? Así q vacilando d q eres más pipiola q yo… Sí sí, con la excusa d lo d la tijerita lo colaste como quien no quiere la cosa. Vaya vaya con la tipa, ya m metió un gol.
Bueno, bromas aparte, m encanta lo q dices y lo tomo como un halago; ya m gustaría a mí tener la mitad d tu talento, bonita. Pero en serio somos d una edad similar? (Vaaaaale, tú más joven, ha quedado claro) Yo soy del 6/6/64, has visto? 666, el nº d la bestia, aunque d bestia tengo bien poco… bueno, hay quien dice q... bueno, nada nada… no voy a poner todas mis cartas al descubierto, no? :-)
Besitos cariñosos,
El silencio es el mejor de los idiomas: mata más que las palabras y la propia muerte.
Pa que el olor?...
Tremendo querida.
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